Viajar por trabajo - Filmar por el mundo.

Una visión positiva sobre la realidad de los trabajadores que cuentan sus vidas a través de una cámara y el poso que eso nos deja.

5/6/20253 min leer

Es una suerte que tu trabajo te permita descubrir lo que, de otro modo, permanecería oculto. Pienso que esta frase, algo manida, puede resonar en muchos de nosotros.

La realidad es que los viajes de trabajo los hay de todos los colores. Los largos, los cortos, los lejanos, los cercanos, los de coche, los de tren... Hasta los hay que son feos y otros muchos que son bonitos. En el rodaje de nuestros proyectos (documental, publicidad, corporativos, ficción...) nos han tocado de todas las clases de viajes, pero sin embargo todos han compartido algo: Han sido interesantes.

Pudiendo parecer una obviedad, el interés que nos generan este tipo de experiencias nos lleva a una reflexión algo más profunda. ¿Porque nos resulta curioso visitar la construcción de un hotel en la costa onubense o un centro social en Melilla? ¿Que tiene de atractivo escuchar a una mujer contarnos la importancia que para ella tuvo que su familia comprase una vieja fábrica? ¿De dónde nace ese interés?

Pensando en estas preguntas, me viene a la mente esa frase, todavía más manida que la anterior, que dice que la belleza está en los ojos de quien mira y sinceramente, pienso que algo similar sucede aquí. Habrá quien piense que no es lo mismo viajar por trabajo cuando tu rutina laboral consiste en picar hojas de Excel que cuando tu día a día se trata de filmar lo que ves y tienen razón, pero a lo que trato de referirme va mas allá.

Viajar por trabajo es una oportunidad de conocer como aquello que haces se hace en otros lugares. Es un espacio para compartir con gente ajena a tu contexto visiones distintas sobre aquello a lo que tanto tiempo dedicas y una muy buena forma de compartir, mas allá del lugar de trabajo, tiempo de calidad con tus compañeros. Por supuesto que lo exótico y diferente del destino va a determinar muchas de estas cuestiones pero la realidad subyacente, que no es otra que el contacto con iguales de otro lugar, permanece.

Para nosotros, filmar otros rincones de Andalucía y el mundo como parte de nuestros proyectos audiovisuales se está convirtiendo en algo habitual y eso es algo que nos encanta. La cultura y conocimiento que estamos obteniendo de ello no hace sino enriquecer nuestro punto de vista, empujándonos a seguir produciendo documentales y películas que nos permitan no solo explorar, sino mostrar al resto del mundo las historias de las que estamos participando.

Usar nuestras cámaras para captar las realidades de otros lugares nos ha hecho valorar en gran medida lo único y especial de las personas que aparecen en nuestros proyectos. Es precioso mirar a través de un objetivo y apreciar el empeño, a veces inadvertido, que puede haber en una pequeña tienda local o en las manos del trabajador de una gran fábrica. Por supuesto, una gran parte de nuestro trabajo consiste precisamente en eso. En mirar y en saber hacerlo.

En nuestro constante aprendizaje, cada vez que filmamos a personas que nos cuentan cuanto aman lo que hacen, terminamos con la misma sensación de estar frente a algo bello. Tan bello como los nervios que contar su realidad frente a nuestras cámaras les provoca, haciéndoles sentir, por un instante, y gracias a la magia del audiovisual, auténticamente especiales.

Quizá se trate de un simple caso de deformación profesional o de una fantasía de quien piensa que todo el mundo ama su trabajo por igual, pero la realidad es que resulta muy bonito explorar el mundo, ya sea haciendo ficción, documental o publicidad con los ojos abiertos a apreciar esas diferencias que nos convierten a todos en únicos. En cualquier caso, me gusta pensar que existe una belleza en la figura del trabajador feliz. No importa el sector ni la tarea, ya que la sencillez, honestidad y el esfuerzo invertido en la labor realizada termina mostrando, ya sea aquí o en otro lugar, que creer en lo que se hace siempre termina sacándonos una sonrisa. Y eso es especial.

Y si efectivamente soy un ingenuo por no conocer la realidad de otros sectores en los que esa belleza brilla por su ausencia, entonces será que efectivamente liarse la manta a la cabeza para montar una productora audiovisual en Sevilla ha resultado ser mejor idea de lo que imaginábamos al principio.

Ya sea aquí o en otro lugar, en verdad es bonito que te encante tu trabajo KILLO.