Killo Films - Una ficción
Un manifiesto, o una proclama, o una queja, o un alucine propio de un emprendedor primerizo.
KILLO FILMS
6/7/20242 min leer


Plantearse emprender desde cero suena, desde luego, a fantasía, a irrealidad.
Pones la radio, lees el periódico, ves el telediario y la confianza en uno mismo o en el futuro que nos espera no invita a aventurarse en las tinieblas del emprendimiento. Las cuotas de autónomo y el alquiler tampoco ayudan.
Sin embargo, hoy, con una empresa constituida, una web lanzada y una incertidumbre infinita, mantengo la fantasía de atrevernos a apostar por lo que más nos gusta y a hacerlo desde donde somos, sin mirar por debajo del hombro a nadie. Seguramente, será cosa de soñadores inocentes.
Pero si, esa es nuestra razón de ser. Hacer lo que nos gusta sin tener que pedir permiso.
Si fuera esto una de esas películas de los 90, no tendría duda de que al final salvaríamos a la chica y acabaríamos con el dinero. En otra época y en otro lugar, el final en blanco y negro mostraría a dos compañeros que, juntos, se pierden en la niebla de un futuro tan incierto como esperanzador.
La realidad, esa inevitable losa, nos indica, no obstante, que esos tiempos son hoy lejanos, y que el relato al que más conviene acoplarse no tiene ninguno de esos finales.
En la ficción que hoy me dispongo a iniciar, querría que el guión nos llevase a una cámara de cine, a un equipo voluntarioso y a una película (otra!), cocinándose.
No es tan descabellado, en serio. Se trata de hacer aquello que ya hemos hecho en otros lugares, pero aquí. De eso para lo que nos hemos formado, pero aquí. De sacar a la luz el punto de vista que ser quienes somos nos ha dado, pero aquí.
La ficción por la que me atrevo a apostar es una en la que el valor de nuestras capacidades, de nuestro equipo y de nuestra tierra no son vistos como el exotismo o la rareza del día, sino como lo natural cuando quienes han hecho posible esa quimera lo han hecho con la firme voluntad de hacer las cosas bien.
Nos ha tocado pringar en muchos lugares, hemos descubierto nuestra pasión de contar historias a través de millones de fallos y no pocos aciertos y hoy sentimos que una pasión así tiene que ser también el motor que nos permita, no solo ganarnos la vida, sino hacerlo contando las historias que, como a nosotros mismos, nos encanta escuchar.
Por suerte o por desgracia, todo esto no es más que una fantasía, el delirio propio de quien imagina que no hay límites a lo que uno puede hacer cuando se lo propone y está dispuesto a trabajar por ello. Seguramente seamos unos ilusos por plantear otra ficción más que, como todo el mundo sabe, siempre acaban siendo mentira.
Sin embargo, cuando uno se enfrenta a la realidad de que tampoco puede evitar ser un ingenuo, la conclusión de la película termina perdiendo valor ya que, ¿Quien sabe como acabará?. Por eso, y porque siempre he sido más de comienzos que de finales, prefiero pensar que este puede ser tan buen momento como cualquier otro para empezar una historia, y que, de donde venimos, todas empiezan con un “Killo!”
Continuará...